No es seguro reabrir las escuelas sino hasta que todos estén vacunados.
Aunque una vacuna nos permitirá volver a la normalidad, mantener las escuelas cerradas indefinidamente es la peor opción para los estudiantes, especialmente para los grupos más necesitados. Las escuelas en todo el país han demostrado que podemos reabrir las escuelas de manera segura si contamos con protocolos de seguridad adecuados. Hemos desarrollado un plan integral de salud y seguridad junto con nuestros socios del Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH, por sus siglas en inglés), para que nuestras escuelas puedan seguir la mejor guía de salud pública disponible.Por ejemplo, las escuelas de la Arquidiócesis de Chicago han
operado de manera segura desde el comienzo del año escolar. CPS está siguiendo algunas de sus mejores prácticas y esforzándose más allá de lo exigido para garantizar la seguridad de su comunidad.
No creo que sea necesario precipitar la reapertura. ¿Qué daño causa a los niños si siguen aprendiendo desde casa hasta que sepamos que es seguro y que COVID-19 es eliminado?
Esta pandemia ha profundizado las desigualdades persistentes y su impacto en todos nuestros niños perdurará por años. Tenemos que hablar honestamente sobre cómo podemos reabrir las escuelas de manera segura este año.
Los padres han tenido la inmensa carga de brindar apoyo durante el aprendizaje remoto. También hemos notado que las tasas de asistencia y matrícula de los estudiantes afroamericanos y latinos han disminuido drásticamente. Evidentemente, el aprendizaje remoto no funciona bien para ellos.
Decenas de miles de familias nos han dicho que el aprendizaje remoto no funciona para sus hijos, por lo que es nuestra responsabilidad ofrecer las clases presenciales a nuestros estudiantes.